¿Qué es una vacuna?
Una vacuna es un producto biológico que se puede utilizar para inducir de manera segura en el sistema de defensa o sistema inmunitario la posibilidad de protección contra infecciones en exposiciones subsiguientes a un microorganismo (virus, bacteria o parasito). Para lograr esto, las vacunas contienen pequeñas partes de los microorganismos que causan enfermedad o son producidas sintéticamente para representar los componentes del microorganismo. Al ser expuesto a la vacuna, el organismo genera defensas (anticuerpos y células del sistema inmune especificas contra el microorganismo) que le permite que al momento de exponerse al microorganismo no se de la infección o que si se da la infección esta sea leve.
¿Por qué es importante vacunarse?
Las vacunas salvan vidas. La vacunación ha sido de los mayores avances en la historia de la medicina. Las vacunas han transformado la salud pública, particularmente desde que los programas nacionales de inmunización o vacunación a la población general se establecieron en el mundo en la década de 1960. En países con una alta cobertura de programas de vacunación, muchas de las enfermedades que antes eran responsables de la mayoría de las muertes infantiles han prácticamente desaparecido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se salvan entre 2 y 3 millones de vidas año por los actuales programas de inmunización, contribuyendo a la marcada reducción de la mortalidad, especialmente en niños menores de 5 años en todo el mundo, los datos muestran que se pasó de 93 muertes por cada 1000 nacidos vivos en 1990 a 39 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 2018. La vacunación logró la única erradicación de una enfermedad en la historia: La viruela.
¿Cuales son los tipos de vacunas que existen?
Existen varios tipos de vacunas.
- Vacunas vivas atenuadas: Estas vacunas utilizan microorganismos debilitados (atenuados) para generar una respuesta inmune en el individuo, son vacunas altamente efectivas y con efecto duradero. Algunas vacunas que están en este grupo son: Sarampión, paperas, rubéola, Rotavirus, Varicela y Fiebre amarilla
- Vacunas inactivadas: Estas vacunas utilizan microorganismos muertos, son vacunas efectivas, pero menos potentes que las vivas atenuadas y generalmente requieren dosis de refuerzo. Algunas vacunas que se encuentran en este grupo son: Influenza, Hepatitis A, Polio inyectable y Rabia.
- Vacunas de subunidades: Estas vacunas están hechas de fragmentos del microorganismo, generalmente requieren dosis de refuerzo. En este grupo se incluyen Haemophilus influenza tipo b, virus del papiloma humano, Tos ferina, Hepatitis B, neumococo.
- Vacunas toxoides: Son vacunas que usan una toxina del microorganismo que es inactivada (toxoide) y así generan inmunidad. En este grupo se incluyen las vacunas de difteria y tétanos.
- Vacunas de ácidos nucleicos: Son vacunas que usan material genético, especialmente RNA (ácido ribonucleico) para inducir la síntesis de proteínas del microorganismo por las células del huésped, estas proteínas serán reconocidas por sistema inmune del huésped y se iniciará una respuesta contra ellas, quedando así el huésped inmunizado al microorganismo. En este grupo se encuentran algunas vacunas contra el SARS-COV2 (COVID 19).
¿Cuáles son los mitos más frecuentes en cuanto a las vacunas?
Actualmente los mitos sobre las vacunas se han convertido en una amenaza a la salud pública, esto porque las falsedades difundidas en su mayoría por movimientos antivacunas han generado temor a las vacunas y esto ha generado, lastimosamente, el resurgimiento de enfermedades que estaban al borde de la erradicación tales como sarampión.
La situación es tan seria, que, en el año 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que la No vacunación debido a los mitos es uno de los 10 problemas de Salud publica mas grandes del mundo.
A continuación, describiremos los mitos más frecuentes y la realidad desde la evidencia.
Mito # 1
Las vacunas causan autismo
Respuesta: Es falso. Infortunadamente este mito está ampliamente diseminado. En el año 1998, el médico inglés Andrew Wakefield publicó un estudio en la revista médica The Lancet donde afirmaba que la vacuna triple viral (Sarampión, virus de las paperas y rubeola) ocasionaba autismo en los niños. La vacunación contra estos microorganismos decayó en un 80% en los años siguientes. En el año 2004 se demostró que el Andrew Wakefield tenia un conflicto de interés no declarado, puesto que él había desarrollado su propia vacuna y le había sido negada la patente, adicionalmente, había recibido pagos para desprestigiar la vacuna. Esto conllevó a que el articulo fuera retractado de la revista médica y a que el Dr. Wakefield perdiera permanentemente su licencia médica. Sin embargo, el daño estaba hecho.
Actualmente no hay evidencia alguna de que ningún tipo de vacuna cause autismo.
Mito # 2
Todas las vacunas contienen mercurio
Respuesta: Falso.Este mito es ampliamente difundido. La mayoría de las vacunas no contienen mercurio, algunas vacunas de influenza o tétanos contienen una pequeña cantidad de timerosal, una forma de mercurio etílico que no tiene la capacidad de producir intoxicación por mercurio y que de hecho se usa como antiséptico en múltiples productos de venta libre.
Mito # 3.
Las vacunas producen disfunción eréctil
Respuesta:
Falso, no existe evidencia alguna de que alguna vacuna pueda ocasionar disfunción eréctil
disfunción sexual de algún tipo.
Mito # 4
Las vacunas tienen compuestos que son dañinos para el cuerpo.
Respuesta: Falso. En términos generales las vacunas contienen varios compuestos entre los
que están adyuvantes, conservantes, Ingredientes residuales de inactivación, materiales
residuales de cultivo celular y conservantes. Todos estos compuestos se consideran seguros.
Mito # 5
Las vacunas contienen chips
Respuesta: Falso. Ninguna vacuna contiene algún tipo de chip o dispositivo electrónico.
¿Qué vacunas debe aplicarse un adulto sano?
Los centros para el control y prevención de enfermedades de Estados Unidos (CDC) por sus siglas en inglés. Establecen los lineamientos que deben seguirse en cuanto a vacunación.
Rango de edad de 19 a 26 años:
- Varicela
- SARS COV 2 (COVID-19)
- Influenza
- Vacuna de hepatitis B
- Virus del papiloma humano
- Triple viral (sarampión, paperas y rubeola)
- Vacuna Tdap (Tétanos, difteria y tos ferina)
Rango de edad de 27 a 49 años:
- SARS COV 2 (COVID-19)
- Influenza
- Vacuna de hepatitis B
- Triple viral (sarampión, paperas y rubeola)
- Vacuna Tdap (Tétanos, difteria y tos ferina)
Rango de edad de 50 a 64 años:
- SARS COV 2 (COVID-19)
- Influenza
- Varicela zoster
- Vacuna Tdap (Tétanos, difteria y tos ferina)
Rango de edad de 65 años o más:
- SARS COV 2 (COVID-19)
- Influenza
- Varicela zoster
- Neumococo
- Vacuna Tdap (Tétanos, difteria y tos ferina)
¿Para los pacientes con enfermedad reumatológica que se encuentran en manejo
inmunosupresor el esquema de vacunación cambia?
Si, dado que el estado de inmunosupresión conlleva a un riesgo mayor de infecciones, el
Colegio Americano de Reumatología (ACR – American College of Rheumatology) por sus
siglas en inglés, recomienda la vacunación contra influenza y neumococo en todos los
mayores de 18 años con enfermedad reumatología.
También recomiendan la vacunación contra el virus del papiloma humano en pacientes
mayores de 26 años y menores de 45 años que no se hayan vacunado en la infancia. En
paciente que reciban terapia inmunosupresora, recomiendan la vacuna de varicela zoster
llamada recombinante, no la vacuna viva atenuada.
Adicionalmente, es muy importante tener en cuenta que dependiendo el tipo de vacuna y
el tipo de inmunosupresión que reciban los pacientes se deberá suspender los
medicamentos un determinado tiempo antes de la vacunación y reiniciar el medicamento
un determinado tiempo después de la vacunación. Los tiempos dependiendo del tipo de
vacuna y medicamento serán guiados por el reumatólogo tratante.
¿Las vacunas pueden presentar efectos adversos?
Si, como cualquier intervención en medicina, las vacunas pueden presentar efectos adversos. La mayoría de estos efectos son leves y fácilmente tratables como, por ejemplo, fiebre, dolor en el sitio de aplicación, dolor articular, rash. Estos efectos suelen ser autolimitados. También pueden presentarse alergias a la aplicación de algunas vacunas que son muy raras y son alergias a algunos de los compuestos de la vacuna necesarios para su conservación; en raras ocasiones se presentan reacciones adversas mayores como son fenómenos de autoinmunidad tipo trombocitopenia inmune, miositis o síndromes neurológicos de polineuropatía. Sin embargo, hay que resaltar que estas manifestaciones son altamente infrecuentes, razón por la cual las vacunas se siguen considerando intervenciones seguras y se considera que los beneficios superan los riesgos.
Referencias
- Pollard AJ, Bijker EM. A guide to vaccinology: from basic principles to new developments. Nat Rev Immunol. 2021 Feb;21(2):83-100. doi: 10.1038/s41577-020-00479-7. Epub 2020 Dec 22. Erratum in: Nat Rev Immunol. 2021 Jan 5; PMID: 33353987; PMCID: PMC7754704.
- Wessel L. Vaccine myths. Science. 2017 Apr 28;356(6336):368-372. doi: 10.1126/science.356.6336.368. PMID: 28450594.
- https://www.cdc.gov/vaccines/vac-gen/additives-sp.htm
- https://www.who.int/news-room/spotlight/ten-threats-to-global-health-in-2019
- https://www.cdc.gov/vaccines/adults/rec-vac/index.html
- Bass AR et al. 2022 American College of Rheumatology Guideline for Vaccinations in Patients with Rheumatic and Musculoskeletal Diseases. Arthritis Care Res (Hoboken). 2023 Mar;75(3):449-464. doi: 10.1002/acr.25045. Epub 2023 Jan 4. PMID: 36597813; PMCID: PMC10291822.